[vc_row][vc_column][vc_column_text]Luego de escuchar a varios profesionales y verdaderos actores del sector de la construcción, podemos concluir que nadie desconoce la importancia que representan las medidas sanitarias adoptadas y están no solo en pos de respetarlas; sino por sobretodo manteniendo vigente la principal premisa en todo este momento de pandemia: Por encima de todo está “el respeto a la vida humana”.

Indudablemente, luego de establecer de común acuerdo este orden de importancia en cuanto a priorizar a la persona y seguir las recomendaciones vigentes impartidas desde las autoridades gubernamentales, corresponde ahora a abocarnos fundamentalmente a un tema que se constituye de vital importancia y que se trata del tiempo Post Covid-19.

Especialistas señalan que el mejor termómetro para medir la economía de un país constituye ser ver el índice del sector de la construcción dentro del PIB.

Hoy y desde hace un tiempo las obras públicas constituyen ser; sin lugar a dudas, un motor importante de reactivación económica. Pero a la par, también están las obras civiles y concretamente la que realizan los desarrolladores inmobiliarios, quienes en su conjunto reclaman una mayor apuesta del sector financiero en cuanto a los tan reclamados créditos hipotecarios y que serán en caso de ser realizados una herramienta vital en el trabajo de construir.

Está demostrado que dichos productos constituyen ser los de menor morosidad en el mercado y también está demostrado que hoy por hoy los planes de financiamiento o créditos que faciliten tanto la compra de viviendas como el desarrollo de proyectos pueden ser rentables y útiles a todos los participantes de esta “trilogía” que está compuesta por FINANCISTA –CONTRUCTOR – COMPRADOR.

Si pensamos en Reactivar la economía a través de uno de los sectores hoy denominados “No Tradicionales” la mejor forma de hacer es a través de una efectiva unión de todas sus partes. BASTA DE DIALOGOS INFRUCTUOSOS y MANOS A LA OBRA.

EL DIRECTOR[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]