[vc_row][vc_column][vc_column_text]El artista que dio vida a la cerámica[/vc_column_text][vc_column_text]La muerte es el comienzo de una historia de amor que viviremos eternamente con Dios y con los seres que amamos. Muchas personas fallecen diariamente en el mundo, pero aquellas que por sus obras trascienden y nos reconcilian con la humanidad, son pocas.

 

Nació en Asunción en 1959. Fue pintor, grabador, dibujante y promotor cultural.

Estudió arquitectura en la Universidad Católica de Santiago de Chile y arte en el Museo de Arte Moderno y el Parque Lage de Río de Janeiro, en las áreas de grabado en metal, además de técnicas de litograbado, técnica de impresión, monocopias, dibujo y pintura.

Muy inquieto al cuarto año de estudiar la carrera  de economía en Rio de Janeiro,  se dio cuenta que tenía que dejar la carrera y se dedicó a lo que realmente le gustaba, su gran pasión el arte.

Se desempeñó como Profesor Asistente en el Núcleo infanto-juvenil de la Escuela de Artes Visuales del Parque Lage. En su carrera, pasó del dibujo y la pintura expresionista al abstracto y a la investigación de la forma y los materiales. Soportes circulares, espirales, redes de metal y corrugados, que dan cuerpo a una obra fuertemente simbólica

Desde el año 1986, participó de diversas muestras colectivas, tanto en nuestro país como en Brasil, Argentina, Bélgica, Sudáfrica, Corea, entre otros países. Integró el grupo 6×6 y también fue fundador de la Asociación de Artistas Solidarios del Paraguay.

Se destacaba por sus excelentes creaciones en cerámica, sus obras se caracterizaban por sus experimentaciones rompiendo los esquemas tradicionales.

Desde niño siempre le gustó el arte, una de sus actividades preferidas de pequeño era observar la enciclopedia Sopena de obras de grandes maestros de la historia de la pintura y arte universal

Un artista que se comunicaba a través de la cerámica, pintura y gravado, y la técnica para él era simplemente un vehículo que le permitía comunicar una idea.

En marzo pasado presentó su última exposición individual, “Mandalas Camperchioli – Una mirada circular 1990-2019”, que ofrecía una retrospectiva a casi treinta años de labor. En donde mostraba  la esencia, los momentos y necesidades diferentes de su vida, momentos de alegría, vitalidad, vida y emociones, inquietudes y cambios.[/vc_column_text][vc_images_carousel images=»8637,8638,8639,8640″ img_size=»full» autoplay=»yes» wrap=»yes»][vc_column_text]“Hacer de la vida una obra de Arte”

 

Vio siempre al arte como un restaurador del ser, el arte como aquello que le ayuda a sanar las cicatrices y heridas que la vida iba dejando, y que era el proceso de ir creciendo

El arte en él era un proceso dinámico, y en su caminar y en su búsqueda aprendió a compartir que no estuvo solo en el mundo, aprendió que la riqueza no tiene que ver con el dinero, sino que tiene que ver con la calidad de vida, la salud y la armonía de vivir.

Una persona que se permitía hacer las cosas que disfrutaba como él lo decía “Hacer de la vida una obra de Arte”

Como olvidar a alguien que te dio tanto para recordar “Gracias Maestro”[/vc_column_text][vc_images_carousel images=»8641,8642,8643,8644″ img_size=»full» autoplay=»yes» wrap=»yes»][/vc_column][/vc_row]