[vc_row][vc_column][vc_column_text]Como si fuese ayer aun está vivo el recuerdo de las tardes recorridas en los estudios de los arquitectos e ingenieros tratando de mostrar y suscribirlos a una publicación nacional que apuntaba a mostrar el trabajo nacional en los tres campos cuyas iníciales hacen el nombre de la revista: ARQUITECTURA , INGENIERIA Y ARTES.
Transmitir el deseo de hacerlo fue una cosa. Llevarlo a cabo fue otra cosa. Hoy 27 años después podemos decir que el objetivo está cumplido y desde hace algún poco tiempo atrás se reformularon nuevos planes; planes que conllevan incorporar nuevas tecnologías, nuevos diseños, nuevos actores, pero manteniendo lo fundamental: su calidad de contenido
Luego de un duro comienzo hoy notamos un camino abierto a seguir mostrando los nuevos retos asumidos por los profesionales paraguayos a quienes seguimos acompañando aunque para muchos siga siendo «quijotesca» esta tarea.
Pero cuando notamos y escuchamos las palabras o leemos los textos de quienes nos acompañaron en este viaje y fluyen, frases elocuentes y enaltecedoras de su experiencia en este arduo trajinar, nos llevamos una bocanada de aire fresco que nos alimenta el alma y más aun las ganas de seguir construyendo.
Construyendo con información y contenido que vayan de la mano con los episodios de la vida constructiva que hoy estamos viviendo en el Paraguay.
Construyendo con los valores de la gente que apuesta con experiencias foráneas a ser trasladadas y tropicalizadas al plano local.
Construyendo nacionalismo con ejemplos vivos de posibilidades concretadas en Paraguay por paraguayos.
Construyendo una arquitectura, una ingeniería y un arte de manera «viva» a los efectos de escuchar y ser escuchados
27 años no son pocos, pero tampoco son muchos. Y más aun cuando nuestro objetivo es mayor y tan distante como la tierra del cielo.
El Director[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]