[vc_row][vc_column][vc_column_text]En líneas generales, los últimos años han sido las tecnologías de fabricación las que han marcado las tendencias en el sector de baldosas cerámicas (hablamos de reproducciones enormemente fidedignas de materiales como mármol, piedras, maderas, cementos, etc., gracias a las tecnologías inkjet de decoración digital, o la relación inversamente proporcional entre el cada vez mayor aumento de los formatos de las piezas cerámicas y el cada vez menor precio de los mismos), la industria se ha encontrado con ciertos obstáculos como la dificultad de colocación de los nuevos formatos, por lo que apela a la necesidad de colocadores con formación específica, junto con que, aunque interioristas, arquitectos y decoradores valoran enormemente esta capacidad camaleónica de la cerámica para asemejarse a otros materiales, no cesan de buscar diferentes alternativas y opciones decorativas.

Existe -dice el informe- una clara tendencia orientada hacia materiales neutros y hacia la atemporalidad: piedras, mármoles, maderas y cementos seguirán teniendo una especial relevancia y a ellos se unirán materiales nobles como los metales puros y los aceros, el terrazo y los acabados stracciatella, o “sal y pimienta” reivindicados por arquitectos y diseñadores de renombre como David Chipperfield, Edward Barber y Jay Osgerby e, incluso, John Pawson, quien los ha utilizado para el nuevo edificio del recién estrenado Museo del Diseño de Londres.

Son estas las tendencias detectadas por el Observatorio de Tendencias del Hábitat:

-Tactile Surface. A través de esta tendencia se descubre la voluptuosidad de las superficies: la cerámica genera cuerpo y volumen junto a efectos tridimensionales, gracias a los avances tecnológicos implantados en el sector. La atención se orienta hacia la percepción del usuario. La tactilidad toma presencia tanto de manera visual como físicamente en la búsqueda de recubrimientos con un carácter marcado, que evidencia el avance hacia una cerámica con mayor importancia decorativa, aunque con menos decorados tradicionales. Cobra importancia al valor intrínseco de la materia y la textura, a pesar de que la reproducción de materiales sigue presente en esta tendencia. Los recursos básicos serán las geometrías, los micro-relieves, los volúmenes y las texturas superficiales. Esta tendencia viene de la mano de las últimas innovaciones productivas que permiten recrear con mayor precisión los relieves gracias a la impresión de tintas y esmaltes, acompañados de la mejora de los procesos productivos clásicos. Textiles con volúmenes, planchas metálicas y, sencillamente, decoraciones volumétricas del material cerámico, son algunas de las reproducciones más habituales. Su punto en común es el uso de una paleta de colores neutros y acabados mates o semisatinados. A través de esta tendencia se generan contrastes entre superficies pulidas con acabados rugosos, con esmaltes brillos y mates e incluso con formas planas y volumétricas.

-Back to the origin. Tanto en el interiorismo público como en el de viviendas, los últimos años han estado marcados por una cerámica neutra, en la que los estilos minimalista e industrial han sido los predominantes. Esto, unido al gran formato y a la cuasi desaparición de las juntas, ha supuesto un cambio de rumbo que se alejaba de la tradición cerámica para explorar campos donde las superficies se han vuelto más sofisticadas. Materiales que, a pesar de moverse en paletas cromáticas neutras, marcan la personalidad del espacio. Pero toda tendencia tiene su contra-tendencia, y en los últimos años arquitectos e interioristas están explorando las posibilidades de la cerámica artesana y de pequeño formato como una vía para dar personalidad única a los espacios.

Así, se vuelve a categorías de producto donde la cerámica adquiere una dimensión más decorativa, donde el color vuelve a tomar importancia y donde los modelos artesanos se revisan. De este modo, el barro cocido, los motivos artesanos revisados y los clásicos cerámicos son referencias recuperadas. Una tendencia en la que el formato pequeño es el rey y que no se queda únicamente en la cerámica, sino que parece haber invadido las superficies en general. El pequeño formato es el denominador común de esta tendencia, caracterizada por colecciones especialmente pensadas para el juego y la combinación. Así, se buscan conjuntos de piezas que permitan crear miles de composiciones o sencillos recursos que conviertan un básico en un elemento creativo inédito, contando con el color, que vuelve a convertirse en uno de los aliados fundamentales de la cerámica a la hora de proponer productos que doten de personalidad única a los espacios.
-Little, Big. A pesar de que las innovaciones productivas del sector cerámico apuestan por formatos de grandes dimensiones, la vuelta de los pequeños formatos en la decoración del hogar es imparable. A su vez, los grandes formatos están encontrando nuevos escenarios donde juegan un papel distinto al que se le tenía reservado a la cerámica. Dentro de esta tendencia encontramos dos cuestiones aparentemente contrapuestas, pero que productivamente están convergiendo en un camino común: desde el XXL al XXS.

Dentro de esta tendencia destaca la decoración que utiliza geometrías simples, uno de los recursos clásicos del movimiento de Memphis. De esta forma círculos, cuadrados o triángulos componen colecciones que se caracterizan por su versatilidad en la aplicación, ya que permiten al usuario jugar con las composiciones adaptándose al espacio.

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