Hace casi un año que mudé mi taller de trabajo a un nuevo espacio, buscando mejorar mis condiciones creativas. Elegí volver hacia el barrio de mi infancia, encontré una casa reformada de los años 30 o 40, que pertenecía a una conocida familia de nuestra ciudad. La casa es perfecta para rememorar historias, ubicada en una zona alta, resguardada de los inmensos raudales que tiene nuestra ciudad, sus pisos frescos, sus galerías, sus espacios frescos y altos que generan un micro clima fantástico que cuando hace calor afuera conserva su frescura y cuando hace frio mantiene su calidez.
Ya no se construyen casas así!
Volver al centro de nuestra ciudad es volver a recuperar la memoria. Recuerdo que en los años 80, había hecho un relevamiento fotográfico de todas las fachadas antiguas de las casas de Asunción, mi principal interés era recuperar la memoria de una arquitectura de gloria que tuvo nuestra ciudad, toda esta documentación se transformó en un hermoso proyecto que se llamó “ASUNCIÓN, Una escenografía utópica”. En este proyecto rescaté gráficamente el detalle de las hermosas fachadas tipo italianas, con molduras, con detalles neoclásicos que daban un aspecto europeo a toda la fachada, detalles palaciegos de comienzos del siglo XX. Pude rescatar en mi colección algunas molduras, piñas que se alzaban en los portones y en las fachadas, detalles de rostros congelados en el tiempo y la historia, leones y floreros grandes de material que protegían las viviendas o engalanaban una bienvenida.
Ahora por lo menos se protege un poco más, pero ya de lo que queda.
Paseamos por el centro de Asunción, lamentando a veces como toda esa arquitectura gloriosa, no pudo ser conservada, el progreso del tiempo a veces borra el deseo de la memoria y el recuerdo de estos detalles clásicos de una arquitectura fantástica, se esfuma en el orden de la actualidad del tiempo en que vivimos.
No estoy en contra del progreso y de la modernidad pero si me gustaría el rescate de todo lo que fuese posible.
En nuestro país, tenemos grandes deseos de recuperar estos espacios o bien mantenerlos y cuidarlos, Pero…
Falta tanto apoyo de las políticas culturales de nuestro gobierno para mantener la historia de una ciudad, de un país.
En mi última visita a Concepción, una ciudad olvidada por sus administradores y por su propia gente que cae en la desidia del abandono, me di cuenta que toda esa arquitectura cae en el abandono del recuerdo.
Hay un espacio olvidado que rodea nuestro cotidiano vivir. Hay una soledad tan grande en el recuerdo.
Félix Toranzos
Artista Visual.