Ante la pregunta a un ex-presidente sobre la conformación de un gabinete técnico en vez del tradicional gabinete político, la respuesta fue: “No es que los políticos ya no sirvan, lo que pasa es que estamos ante la instalación de un nuevo estilo de gobierno”.
Si miramos en retrospectiva la gestión de Cartes, tanto en su época de empresario como la de dirigente deportivo podremos observar esta misma tendencia en su actuar. Es decir: Usa en sus elementos de gestión estilos poco tradicionales y opta por innovar y la mayoría de las veces incluso de manera osada. Para quien observa los resultados en sus gestiones anteriores, podrá decir que fiel a ese estilo terminó bien lo que se propuso.
Prácticamente de la nada hizo una marca de gaseosas y no solo reflotarla en el mercado sino que además la posiciono de manera importante en el mercado internacional. Lo mismo podemos decir de su club Libertad y posteriormente con la selección nacional de futbol (era martino, valga la aclaración).
No pretendemos repartir loas a quien hoy esta sentado en el palacio de López y mucho menos hablar bien de alguien a quien apenas cruzamos palabras en un par de ocasiones y por lo tanto no conocemos; pero si pretendo detener mi mirada en lo que hizo y tomarlo como sustento para ver a donde pretende llegar. Obviamente en los ejemplos antes señalados no tuvo ni por asomo lo que hoy tiene en cuanto a resistencia a lo nuevo, magnitud del proyecto, y sobretodo lograr vencer a “los muchos intereses de pocos” por mantener el Status Quo de “Democracia en Paraguay”.
Hemos escuchado hasta la saciedad aquella frase “lo importante no es llegar sino mantenerse”.
La tarea emprendida por el Presidente Cartes y su “Selección Nacional” se basa fundamentalmente en una carrera de “resistencia”. Más aún tomando en cuenta, que durante años en el Paraguay se tiene arraigado el concepto “así nomas”, “ya está bien”, “no se puede”, entre otros “paraguayismos” de nuestra gente. Ya de entrada hizo algo importante: Ganar la Presidencia de manera doble. La primera en su partido y la segunda en las elecciones generales. Para ambas ocasiones hizo uso de una inteligente estrategia de “Trabajo unido”, “Trabajo en Equipo”.
Los resultados exitosos de otros proyectos, ya sea a nivel local o en cualquier parte del mundo tienen un común denominador: “Saber dirigir al grupo hacia los objetivos que se pretenden llegar a través de liderazgos inteligentes, a veces con mucho carisma o a empujones, pero forma parte del líder echarle mano a todos los elementos que le permitan llegar y llegar con el grupo y no solo”.
Los liderazgos “mesiánicos” o “ideológicos” son cosa del pasado y existen sobradas pruebas que se manifiestan en el fracaso de aquellos. El liderazgo que hoy pretende impulsar Cartes es tal vez conocido por muchos y practicado por pocos. Pero no es nuevo. Es un liderazgo “participativo” donde el principal elemento son “todos” y donde la palabra “mayoría” es vital a la hora de describir cómo hacerlo.
Estamos en los tiempos en que la palabra “inclusivo” prevalece a la vieja e inútil frase “exclusivo” usada a conveniencia por pocos durante muchos años en el Paraguay.
Hoy el Paraguay apunta a ser un país “inclusivo” para todos los paraguayos y extranjeros que amamos esta tierra guaraní. Depende de cada uno nosotros si formamos parte o nos quedamos de lado.
El Director