Con casi 3.000 m2, la obra Giselle está emplazada sobre la avenida Eusebio Ayala, donde lo viejo y lo nuevo se funden en un solo contexto arquitectónico, lo comercial.
La tarea principal era la de sobresalir frente al entorno; tarea no muy fácil ya que esta avenida ha sufrido con el tiempo grandes transformaciones tanto en dimensiones como en silueta urbana.
Aún no se han erigido altos edificios pero la polución visual a nivel cartelería, cables y otros están a la orden del día.
“La geometría solucionara los problemas de la arquitectura” decía Le Corbusier y tal cual, dichas sabias palabras supimos representar a la estructura en su forma más artística posible dejando bien en claro el mensaje de “menos es más”.
Una vez elegido el partido arquitectónico la articulación de la fachada, incluso resaltando la estructura, ya fue tarea de muy poco ingenio.
Sin embargo, no estaba todo dicho, debíamos introducir al tema algún elemento que vaya con su contenido; de ahí la creación de un cilindro en el área de acceso que genera la suavidad de las curvas femeninas recordando que Giselle es una tienda de venta de productos de lencería para la mujer.
A nivel funcional, con nuestra propuesta generamos tres niveles, en donde el primero (medio subsuelo) pasaría a ser el área de estacionamiento.
Comunicados entre sí por un gran hueco interior, dos grandes plantas libres que no hacen otra cosa que invitar al consumidor en visitar o desplazarse de un nivel a otro.