SENTIMIENTOS DEL ALMA
“Desde mi infancia, el crear, dibujar, pintar, me llevó a descubrir un mundo especial del que formo parte: El Arte”.
EUGENIA ORTIGOZA
Artista visual paraguaya, egresada de la Escuela de Bellas Artes – Promoción 96.
Se desempeña como artista hace 21 años, dictó clases y seminarios de dibujo y pintura en talleres de arte por varios años y en el Instituto Superior de Bellas Artes.
Sus pinturas se caracterizan por una expresión realista, los motivos son las frutas, bodegones, retratos, temas indígenas e infantiles.
Realizó una investigación acerca del arte indígena, concretando así uno de sus anhelos: el de mostrar la riqueza cultural nativa paraguaya y el de valorar y promover este maravilloso mundo de expresiones. Toda esta experiencia hizo que la figura humana y elementos originarios sean temas de mayor interés.
Lanzó un libro de poemas denominado “SENTIMIENTOS DEL ALMA” donde varios de sus escritos están ilustrados por sus pinturas, varios de ellos dedicados a distintas etnias del país.
Recientemente recibe por parte de la Presidencia de la República del Paraguay un reconocimiento por su aporte a la cultura.
Realizó exposiciones colecticas e individuales en el país, colectivas en Argentina, Bélgica EEUU y Perú. Sus obras se encuentran en colecciones privadas de varios países de América y Europa.
Según nos dice la misma escritora, pretende hojear el libro del destino y descubrir el sentido de una vida dedicada plenamente al arte.
«Saber que uno puede llegar a otras personas por medio del arte, nos eleva hacia un mundo diferente, donde las tristezas se desvanecen en risas, lo que no se toca se puede alcanzar, donde los sueños no existen porque todo es realidad… es como tomar el pincel y dar color a lo deseado o imaginado, dibujo con palabras al silencio, al amor, al recuerdo y al olvido».
Criticas
La obra de Eugenia Ortigoza se caracteriza por una técnica asombrosa que – aunque podría catalogarse como hiperrealista -, es mucho más que eso; se describe, en realidad, dentro de un realismo mágico, lleno de misterio y candor.
Las frutas y bodegones y los demás temas encarados por la paleta depurada de la pintora nos demuestran su exquisito afán por el detalle, por la atmósfera y la textura cromática. Esta notable luminosidad y resplandor surgido en sus cuadros nos revelan la extrema sensibilidad plástica de Eugenia hacia la naturaleza y hacia los objetos de uso cotidiano. La composición espacial es también peculiar los fondos -casi abstractos- muestran una voluntad formal muy ascética y transparente, logrando así un efecto óptico impactante.
Es indudable el mérito de esta joven pintora que ya ha demostrado en otras oportunidades su gran capacidad en el logro de ambientes y atmósferas plenas de sugerencias y, por otra parte, obras que están a punto de revelar un secreto escondido, una visión sutil de la naturaleza y del mundo trascendental de las cosas en sí.