El cuidado del medio ambiente actualmente no sólo es moda sino una forma de vida. Las tendencias apuntan a tener
un huerto en el jardín, incluso en una terraza o en un balcón generoso. Se trata de una jardinería basada en técnicas
de cultivo respetuosas con la tierra y con los millones de seres vivos que forman parte del suelo generando en el jardín
un pequeño ecosistema en completo equilibrio.
En los últimos años la sensibilidad por el medio ambiente ha crecido y ahora más que nunca, somos conscientes de la necesidad de cuidar los recursos naturales y de encontrar hábitos de vida más sostenibles y respetuosos con la naturaleza.
Esta tendencia también afecta al jardín, un espacio verde y natural que nos permite relajarnos y sentir el contacto con
la naturaleza en medio del asfalto y el estrés diario de nuestras ciudades. Sin embargo, entraremos en una contradicción si para mantener ese jardín utilizamos fertilizantes y pesticidas químicos que contaminan la tierra y las aguas subterráneas o hacemos un uso poco responsable del agua de riego.
Un jardín ecológico es más saludable para las personas, pero además, es un jardín en el que las plantas sufren
menos enfermedades y plagas, por lo que genera menos trabajo de mantenimiento. Por otra parte, el jardín orgánico resulta más económico de mantener porque se elimina el gasto en productos químicos y las plantas demandan generalmente menos agua.